«Cambio Global 4: El reto es el transporte» es un documental a propuesta de Yayo Herrero. A continuación hacemos una transcripción del mismo.
«Como medio para facilitar la movilidad de personas y de bienes, el transporte ha desempeñado un papel crucial en la evolución y el desarrollo de las sociedades humanas. Si a la ancestral, aunque revolucionaria invención de la rueda, siguieron siglos de lenta evolución del transporte terrestre y un consecuente afianzamiento del transporte marítimo y fluvial, la máquina de vapor aplicada al ferrocaril supondría un avance espectacular, al hacer posible el transporte de grandes cantidades de mercancías, por una vía privativa, de forma rápida, segura y regular.
Ya a comienzos del siglo XX, los primeros derivados del petróleo para la obtención del caucho y el motor de explosión, harán del automóvil un vehículo mucho más versátil que el tren, aunque todavía exclusivo de las clases privilegiadas. Los progresos de la aviación, durante las dos guerras mundiales, y la mejora de las infraestructuras terrestres, abrirán un proceso de popularización de los medios de transporte, que con la sociedad de consumo se generalizará a todo el planeta.
Antonio Serrano Rodríguez: El transporte es una actividad económica y social que básicamente cumple tres funciones fundamentales. La primera, dar accesibilidad al territorio, es decir, permitir que la gente acceda a los distintos puntos del espacio. La segunda, proporcionar conexión entre las distintas actividades productivas, de manera que desde que se obtienen las materias primas hasta que ellas llegan al consumidor, el transporte cubre todas las funciones. Y en tercer lugar, permitir la conexión entre los mercados. Por poner un ejemplo, los materiales que forman parte de un teléfono móvil, ha recorrido, antes de llegar a la persona que lo utiliza, más de 50.000 kilómetros. Eso da idea de la importancia que tiene el transporte en todo el proceso de producción y consumo.
La importancia del transporte en la deslocalización de las actividades productivas, ha sido decisiva, por cuanto ha facilitado el aumento exponencial de la producción a escala mundial. La progresiva liberalización de los mercados, ha permitido a los países ricos producir en países pobres, a muy bajo coste, multiplicando hasta la saciedad los intermediarios y los flujos de intercambio, y trasladando esa producción, a miles de kilómetros de distancia.
María Novo: En primer lugar, es completamente absurdo el transporte de mercancías tal y como se está haciendo, que comamos los kiwis de Nueva Zelanda, cuando en España hay unos kiwis gallegos y asturianos maravillosos, que comamos la fruta que viene de Chile, y, además, a veces, con la gran irracionalidad que, exportamos el mismo número de patatas a un país que importamos de ese país, es tremendo ¿no? Todos estos flujos se iniciaron en un tiempo en el que no se tenía en cuenta que el petróleo iba a llegar al pico de los combustibles fósiles, pero, además, en el que se tenía poco en cuenta la contaminación. Ahora mismo, la huella ecológica de todos estos procesos de transporte es altísima, y entonces, todo nos está invitando a regresar a lo local. Y digo «lo local» en un sentido metafórico, puede ser también «lo nacional», me refiero a volver a consumir productos españoles, en nuestro caso, a poder pasar unas vacaciones más cerca de donde vivimos. El aumento trepidante de los recorridos medios por persona, ha generado un aumento, proporcionalmente desmedido, de consumo de recursos energéticos. En los grandes centros poblacionales, la tendencia a la dispersión urbana y el uso generalizado del coche, como signo de estatus social, han contribuido, junto con las políticas públicas, a la difusión del llamado Mito de las Infraestructuras.
Paco Segura: En la sociedad española hay una gran adicción a las infraestructuras, les atribuimos virtudes que no se corresponden con la realidad. Pensamos que tenemos pocas infraestructuras de transporte en relación a otros países europeos, y la realidad es radicalmente distinta. España es el país europeo con más kilómetros de autovías, con más kilómetros de alta velocidad, con más aeropuertos, y pensamos que nos traen unos grandes beneficios y que generan una gran cantidad de empleo, pero desgraciadamente, esto no se corresponde, en absoluto, con la realidad.
En el año 2010, se anunciaba que las nuevas inversiones del Ministerio de Fomento, en infraestructuras de transporte, iban a crear 500.000 nuevos puestos de trabajo. La realidad confirmaría, después, la falsedad del pronóstico, y la capitalización política del mito, al iniciarse la destrucción de empleo, también, en este sector de actividad.
Paco Segura: Sin embargo, los estudios apuntan en una dirección diferente. Lo que dicen es que una vez que se ha alcanzado un determinado nivel de dotación de infraestructuras, que es necesario para que se puedan mover mercancías y personas, una vez alcanzado ese nivel, cualquier sobre-dotación, no sólo no es positiva, sino que, a menudo, es contraproducente, es decir, que produce más inconvenientes, más gastos, y empobrece más a la sociedad, que la beneficia.
El modelo territorial de ciudad difusa, pone distancias excesivas entre los centros principales de la vida social y fomenta el uso del vehículo privado, no ingenuamente. Sólo los desplazamientos cotidianos para ir y volver del trabajo, generan por sí mismos, una huella ecológica mucho mayor a cualquier otro hábito de movilidad.
Manel Ferri: La movilidad al trabajo representa más de dos tercios, de los desplazamientos cotidianos en España, y esos desplazamientos, mayoritariamente, se realizan en coche privado, en más de un 80%, con un nivel de ocupación de una persona, por tanto, un nivel de eficiencia muy baja, respecto a otros modos de transporte, y eso se da, sobre todo, a partir del esquema de urbanización territorial del que nos hemos dotado. Donde, en España, tenemos inventariados cerca de 20.000 polígonos industriales, y eso quiere decir que, muchos millones de trabajadores y trabajadoras, cada día, de manera cotidiana, deben de utilizar el coche para acceder al trabajo, porque no hay alternativa en transporte público y no se ha planificado le territorio en un esquema de transporte público.
La habitual rigidez con que se afrontan las transformaciones infraestructurales obliga a dinámicas de actuación radicalmente distintas. Si tomamos por límite, cierto estado de destrucción de la biosfera ya irreversible, hemos de reconocer como ciudadanos, como educadores y como gobernantes, que sólo un esfuerzo integrador de planificadores y sociedad civil, de cambio en las políticas públicas, pero también , en el comportamiento social, será capaz de invertir esta tendencia.
María Novo: La cuestión del culto a la velocidad tiene que ver con muchas cosas. En realidad, hemos montado una civilización basada en el uso del automóvil, por ejemplo, como un signo de libertad, en un determinado momento, como un signo de desarrollo, y eso, cuando ha sobrepasado cierto umbral, se ha vuelto contra nosotros. Ahora mismo ya, ni es un signo de libertad ni es un signo de sostenibilidad.
Antonio Serrano: El transporte, y en particular, el transporte en automóvil, ha sido uno de los elementos configuradores de la sociedad actual, del urbanismo, de cómo se ocupa el territorio, y cómo funciona la sociedad actual, básicamente, gracias a un petróleo barato. Esa sería la primera conclusión. La segunda conclusión, que el transporte es un proceso, una actividad, fuertemente generadora de efectos indirecto o de efectos externos, que no se contabilizan en los precios, por ejemplo, la contaminación del aire, los accidentes, etc. Y la tercera gran conclusión es que todo este proceso está muy puesto en cuestión cara a los próximos años, por los riesgos de un alto encarecimiento de la energía, y en particular, del petróleo.
La Agencia Internacional de la Energía reconoce que, si bien el desarrollo tecnológico en la obtención de nuevos recursos, puede acercarnos a un escenario un poco más deseable, es imprescindible y apremiante, la sustitución de los combustibles de origen fósil por otros más eficientes y, sobre todo más sostenibles.
Paco Segura: Problemas como el ruido, la contaminación del aire, la falta de espacio, la siniestralidad, están muy relacionadas con el tráfico. En algunas ciudades grandes, el 80% de la contaminación que sufrimos, proviene del tráfico. Y esa contaminación del aire, provoca una merma de la salud de la población muy importante, que en ciudades como Madrid, puede suponer hasta perder dos años de esperanza de vida. Hablamos de un problema realmente, muy relevante, que causa al año 16.000 muertes, de forma prematura. Los aspectos económicos en el uso del coche son muy importantes, estamos hablando de, entre 150 y 250 euros mensuales, que es parte del salario que se dedica para utilizar el coche, yendo o viniendo del trabajo, con todos los costes asociados que eso conlleva. Pero es que al margen, ese modelo, resulta que es poco democrático o es masculino en cuanto a su uso. Hay que pensar que, a pesar de que sea hegemónico el uso del coche para ir y volver del trabajo, más del 50% de la población adulta, en España, no dispone de carné de conducir.
En este sentido, las soluciones más inmediatas y al alcance de la mano, estarían en doblar de medios alternativos al transporte público, y en fomentar el uso del coche compartido, de la bicicleta o los desplazamientos a pie.
María Novo: Aquí nos encontramos con una gran paradoja en el tema de la movilidad, de la prisa, del transporte rápido. La paradoja es, que necesitamos soluciones rápidas para atajar este problema, no podemos esperar décadas a cambiar de modelo, el planeta no aguanta, pero, por otro lado, cuando los cambios son democráticos, consensuados, la democracia es lenta, la democracia requiere tiempo, porque la gente tiene que reunirse, tiene que participar, hay que llegar a consensos.
Si bien las grandes soluciones a los problemas ambientales, deben ser de carácter colectivo, también las mejoras tecnológicas en el vehículo privado, deben ir orientadas hacia la sostenibilidad. La electrificación del transporte es una iniciativa, en principio, positiva, desde el punto de vista de la minimización de los efectos externos, y de la disminución de la dependencia del petróleo, pero su generalización podría traer, otros inconvenientes colaterales.
Antonio Serrano: En primer lugar, incompleta, porque sigue manteniendo el automóvil como uno de los elementos de la organización social, lo cual dificulta modelos alternativos que racionalicen los retos que el cambio global plantea a la sociedad. E insatisfactoria a corto plazo, porque, hoy por hoy, la electrificación del automóvil es una solución solo viable a medio plazo, estaríamos hablando como significativa para el 2020, y la necesidad de encontrar soluciones más urgentes, de resolver, antes, gran parte de los problemas, es mucho más perentoria.
Paco Segura: El coche eléctrico, muchas veces se plantea como una panacea, pero tiene muchas limitaciones como para ser una solución a todos nuestros problemas. Necesita infraestructuras para circular, puede transmitir un mensaje negativo, porque la gente piensa que ese vehículo no contamina y entonces lo utiliza más. Utiliza baterías que son un producto muy tóxico y contaminante, se considera un residuo tóxico y peligroso, y hoy por hoy, en España, este tipo de residuos no se están gestionando de forma adecuada.
La propia experiencia con nuestros móviles o con nuestros portátiles, puede confirmar cómo las baterías al principio duran mucho, pero con el tiempo, se descargan muy rápidamente. Un problema común al coche eléctrico, como lo es, el alto consumo de energía que conlleva su construcción, y la desmedida extracción de recursos, bajo dudosas condiciones de justicia económica y social.
Paco Segura: Otra cosa que se olvida es que, generalizar la motorización, el nivel de motorización que tenemos en los países europeos, a todo el mundo, que es lo que se pretende, y se habla de llegar a 3.000 millones de coches, es absolutamente inviable, porque no hay espacio para que circulen, no hay materiales para todos. Entonces, efectivamente, la solución está, en buena medida, en la electrificación, pero no en el coche eléctrico, sino en el transporte público eléctrico, esa es la clave.
Más allá de las transformaciones necesarias en el sector del automóvil, que tendrán que ser llevadas a cabo con cierta mesura, resulta apremiante un marco normativo que incluya planes de movilidad urbana para el acceso a los centros de trabajo.
Manel Ferri: Nosotros, como sindicato, junto con otras organizaciones ambientales, ya presentamos hace tiempo una proposición de ley, donde reivindicamos esa necesidad de un marco normativo que regule, aúne y coordine, lo que ha sido el urbanismo, que ha ido por libre en el territorio, y la movilidad del transporte, que ha ido por otro lado. Por lo tanto, lo que hay que hacer es intentar coordinar, que las nuevas intervenciones urbanísticas, tengan ya, puedan nacer, de inicio, con su dotación correspondiente, estar pensadas en clave de movilidad sostenible, de pocos desplazamientos, de proximidad y no de lejanía.
Estas medidas que, ya se incluían en la Ley de Economía Sostenible del gobierno anterior, y no llegaron a ponerse en práctica, son, sin embargo, valiosos instrumentos técnicos al servicio de esa necesaria transición: del mundo de lo rápido a lo lento, de lo lejano a lo próximo, y de lo grande a lo pequeño.
María Novo: Lo grande es muy vulnerable y se ve en muchas ocasiones, en el plano ecológico, pero se vio también con la crisis y la caída de Lehman Brothers, todas estas grandes fusiones, lo que generan son unos monstruos, que son de muy difícil control y de muy difícil regulación. Lo grande es muy vulnerable. La fascinación por lo lejano tuvo su momento romántico cuando los ingleses iban a conocer África, pero en este momento, como decíamos antes, es inviable, desde el punto de vista de la cantidad de contaminación, de gases de efecto invernadero, que lanzamos a la atmósfera, con le transporte.
El movimiento Slow, «las ciudades lentas» o la llamada Slow Food, están en la dirección de contribuir a un cambio de paradigma, en el que lo grande, lo rápido y lo lejano, empiezan a disociarse de la noción de disfrute. Como ejemplo de buenas prácticas, los restaurantes con el distintivo «km 0», se comprometen a elaborar sus platos, con ingredientes recogidos en un radio inferior a 100 km.
Antonio Serrano: La solución a problemas globales y complejos, son también globales y complejas, no pueden ser sectoriales. El sector transporte, no se puede arreglar de acuerdo con lo que serían nuevos objetivos sociales, por sí solo. Un arreglo que sólo incida en el sector transporte, no va a ser arreglo. Tiene que haber una solución global, tanto desde el punto de vista del modelo económico, como desde el punto de vista del modelo territorial, urbanístico y de organización social.
Paco Segura: La sociedad civil y, en concreto, las asociaciones y organizaciones que se dedican a estos temas, tienen un papel importantísimo de acicate, para hacer cambiar, para hacer que las políticas se modifiquen y sean más progresistas, estén más atentas a los cambios que se están produciendo, y que sean menos sensibles a las presiones que se reciben de los grandes grupos de presión, hablamos del lobby del automóvil, del lobby del petróleo, que ejercen una presión grandísima sobre nuestros planificadores.
COSMOS es el nombre de un proyecto puesto en marcha por el Departamento de Movilidad de Comisiones Obreras en Cataluña, en colaboración con tres sindicatos europeos. A través de un estudio sobre los hábitos de movilidad de trabajadores italianos, alemanes, belgas y españoles, se pretendía reafirmar la necesidad de políticas europeas en materia de movilidad.
Manel Ferri: Una de las propuestas que hacíamos con ese estudio, era elaborar las bases de lo que entendíamos que debía ser una directiva marco de movilidad al trabajo. Es decir, una directiva que tenga por objetivo, promover un cambio modal de desplazamientos domicilio-trabajo, pero, a escala europea. Es decir, igual que tenemos otras directivas, otras iniciativas europea que obligan a sus estados miembros a regular el tema de la calidad del aire, temas químicos, temas de usos bancarios, muchos temas, la movilidad al trabajo, sigue estando fuera, no es una urgencia, no es una prioridad, de la agenda europea.
En la misma línea de actuación se hace necesario un nuevo diseño territorial que minimice las necesidades de desplazamiento individual, que racionalice y priorice el funcionamiento del transporte de mercancías por vía férrea o marítima y que suprima las exenciones fiscales a los carburantes destinados al transporte aéreo.
Antonio Serrano: Los últimos informes que ha sacado a la luz el panel de cambio climático de Naciones Unidas, y los últimos trabajos preparatorios de Río+20, que se va a celebrar en junio de este año, están llamando la atención sobre dos cuestiones claves. Primera, que ya la concentración actual de óxido de carbono, equivalente en la atmósfera, está en una situación que hace prácticamente irreversible la corrección de los procesos de cambio climático, la probabilidad de que no se superen los 2º centígrados, es ya nula. En segundo lugar, que estos informes, están avisando de los grandes riesgos de fuertes catástrofes y de grandes costes económicos asociados a ese incremento de temperatura.
Manel Ferri: Pensar que el 45% del sector transporte consume combustible de origen fósil, petróleo, y el propio sector del transporte utiliza combustible, gasolina, para moverse, en un 98% de sistema. Por lo tanto, tenemos un grave problema de dependencia energética que nos cuesta mucho dinero al país, en transferencia de renta soberana a la compra de petróleo, y que nos empobrece como país, porque el principal déficit de la balanza comercial española es la importación de combustible de origen fósil.
Y dado que jugamos con márgenes temporales, cada vez más estrechos, y no podemos esperar el cambio de mentalidad que parecen prometer las nuevas generaciones, la educación ambiental se convierten en una herramienta extraordinariamente valiosa en el presente, en el momento en que van a tomarse las decisiones para el futuro.
María Novo: A quienes hay que contribuir a formar en el plano ambiental, es a los planificadores, a los decisores, a los gestores. A veces ellos, también van demasiado deprisa, pero ahí es donde yo creo que hay que poner el énfasis, en que podamos hacer una oferta educativa, lo suficientemente atractiva, y ya más que educativa le llamaría formativa, para que seminarios interdisciplinarios, estas personas que están planificando las ciudades, que están tomando decisiones sobre el automóvil, sobre el modelo de barrio, sobre las asignaciones de recursos. Necesitamos que esas personas se presten a reflexionar en este tipo de seminarios, en los que las universidades podemos jugar un papel dinamizador.
Antonio Serrano: Por ello, es urgente que medidas relativamente sencillas, como el transporte público urbano en las ciudades y en las áreas metropolitanas, las restricciones a los automóviles que no sean híbridos, eléctricos o de baja emisiones y el promover el transporte de mercancías por ferrocarril, son actuaciones absolutamente urgentes y perentorias que no se pueden dejar de aplicar ya, de forma instantánea y urgente.
La corresponsabilidad de las administraciones públicas, de los movimientos sociales y de la ciudadanía, debería ser la base a toda buena práctica puesta en marcha para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de los transportes. Sin una colaboración firme y estable de todos los agentes sociales involucrados, la solución a los problemas ambientales más urgentes, es prácticamente inviable».
Guión y Realización: Yolanda Prieto.
Ayudante Realización: Veronikas Siebelist.
Locución: Isabel Baeza.