Este es el término que emplea la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) para referirse al contaminante más perjudicial para la salud, que en la actualidad respiramos en el aire, las denominadas microparticulas y específicamente las PM 2.5.
La procedencia de estas partículas esta clara su origen es exclusivamente antropogénico, es decir, provienen de la actividad humana en concreto de la combustión de hidrocarburos.
Su responsabilidad en el perjuicio de la salud es enorme, pues según datos europeos mata de las 800.000 personas al año por contaminación medioambiental al año en toda Europa, a más del 80% de sus ciudadanos, es decir, unos 650.000 europeos. No solo es esa la única cifra que debería de preocuparnos, pues estas partículas entran en nuestros pulmones, alveolos pulmonares incluso debido a su tamaño se introducen en el torrente sanguíneo provocando o agravando a la larga enfermedades tan perjudiciales como asma, ictus, alzhéimer, cáncer y otras no menos peligrosas para nuestra salud. La contaminación medioambiental en España acarrea un gasto sanitario del 3,5 % del PIB, es decir 37.000 millones de euros, matando a más de 30.000 personas.