En las fiestas Navideñas seguramente se hable de unión familiar, de buenas acciones…, pero la publicidad nos puede llevar a errores en el consumo.
Regala seguridad, salud, respeto ambiental, educación al consumidor, autonomía… desde algo práctico y divertido.
Necesitamos ciudadanía que cuide la ciudad, para que la ciudad pueda cuidar a sus ciudadanía.