¿Se puede hablar del tratamiento que se le debe dar a la infancia sin tener hijos? Por ejemplo, afirmar que los niños de 8 a 12 años deberían ir sin acompañamiento adulto de su casa al colegio para desarrollar su autonomía.
¿Qué responderías si al hacer una propuesta para la infancia te preguntaran si tienes hijos? Al igual que a un pediatra no le preguntaríamos si tiene hijos, ¿le preguntaríamos a un docente si los tiene? Sin embargo, no es tanto un problema técnico y sí cívico. ¿Debería un comerciante preocuparse de que los niños jueguen en su calle?
Actualmente todo el mundo habla de un problema de EDUCACIÓN, pero parece que pocos abordan su complejidad. Creemos que hay un gran peligro cuando los DOCENTES entienden a las FAMILIAS como las que les van a pedir explicaciones sobre su labor, en vez de considerarlas como la principal colaboradora de la educación de sus hijos/as. La RESPONSABILIDAD de la educación debe ser COMPARTIDA. ¿Qué centros educativos son motores de cambio de su barrio? ¿Se consideran centros de formación o de educación/TRANSFORMACIÓN?
¿Qué quiere decir la «PRIVATIZACIÓN de la crianza»? Hemos pasado de comprender que para educar a un niño es necesaria toda la TRIBU a «yo por mi hija ma-to».
La crianza de la infancia se ha privatizado en vez de asumirla como una responsabilidad cívica. El problema es que familia y escuela se ven DESBORDADAS por una sencilla razón, han perdido la calle (espacio PÚBLICO) y la responsabilidad compartida de criar a la infancia. Es un problema de pérdida de la RESPONSABILIDAD CIUDADANA (ver Asociaciones de vecinos politizadas y convertidas en bares), sobreprotección de la familia y abuso del coche en el espacio público (¡¡¡80% del espacio público es asfalto!!!).
Teniendo hijos o no, urge darnos cuenta de la sobreprotección con la que sometemos a la infancia. Dejarles hacer progresivamente por ella misma es el mayor acto de cariño. Es como cuando el padre le preguntaba por qué le pedía consejo el hijo si después hacía lo que le daba la gana y le respondió: “para eso, para poder hacer lo que quiero”. Incluso es necesario dejarles que se equivoquen. Necesitamos ir SOLTÁNDOLE LA MANO poco a poco. Sé que cuesta, que es difícil acertar con la progresión y a veces no podemos remediar una sobreprotección, pero sabiendo que no le hace tanto bien.
Proyectos como «Paseando al cole» (Málaga) pueden ser parte de la solución, busca el desarrollo del derecho de participación ciudadana de la infancia, darla a conocer y ponerla en valor, con la intención de que los adultos vean con «ojos de niños» la posibilidad de proyectar una ciudad para todas las personas.
Y por favor, no lleven en coche a su hijos a actividades deportivas para evitar el SEDENTARISMO. Luchen por tener un itinerario peatonal digno, un espacio para que sus hijos puedan jugar en la puerta de su casa (“La república dependiente de la calle”) mientras el vecindario puede echarle un ojo y hacerlo responsable, en vez de encarcelarlos en las habitaciones y culparles de estar con la videoconsola, depositarlos en el colegio sin querer saber nada de las AMPA, Consejos Escolares y eviten hacerles agendas de ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES más parecidas al estrés laboral que vivimos los adultos.
No es una lucha por ellos, es por todos. Necesitamos una CIUDADANÍA que cuide su CIUDAD para que la ciudad cuide a su ciudadanía.