La semana pasada estuvimos en Málaga con los compañeros de Ruedas Redondas viendo una propuesta de renovación urbanística en una zona del Paseo Marítimo, Baños del Carmen, y me chocó enormemente la soltura con que algunas personas proponen aparcamientos subterráneos, incluso después de responderme que no tenían ni idea de su coste. Hablaban de un PGOU en una ciudad que tiene su Plan de Movilidad en un cajón.
Al día siguiente, en Sevilla, Salvador Rueda decía que con 12.000.000 de euros se arreglaba todo el transporte público de Barcelona. Recordar que la línea 9 de metro de Barcelona está entre una de las infraestructuras más caras del mundo con 6.972 millones de euros. Claro, Salvador hablada de comerle terreno al abuso actual del coche. ¿Qué pensarán los técnicos responsables de hacer el PITVI (2012-2024) del Ministerio de Fomento? ¿Qué dirían los vecinos de algunos de nuestros barrios?
Hoy ha salido, por tercer año consecutivo, la ayuda a la bicicleta privada en Melilla con un aumento del 60% en el presupuesto, 10.000 euros. Recordar que Málaga dejó de ingresar 2´3 millones de euros para tener la bicicleta pública.
Como sugeríamos en Sevilla, es necesario que invirtamos en información, formación, comunicación, concienciación, participación y educación/transformación, de manera específica, en los técnicos de las administraciones y, de forma general, en la ciudadanía.
Los subterráneos se publicitaron hace años en Málaga como la mejor solución al problema del aparcamiento en el centro de la ciudad. Pero resultó ser una solución problemática pues, aunque ahora es algo más fácil aparcar (pagando), también la facilidad de aparcamiento implicó un mayor abuso del vehículo privado en detrimento del transporte público. A esto se une que un gran número de vecinos supone que si el ayuntamiento no invierte en un aparcamiento subterráneo para su barrio los están discriminando frente a otros barrios de la ciudad. Y eso que en otros países europeos ya no se considera la construcción de estos aparcamientos como la mejor solución al problema de la movilidad. Como en tantas otras cuestiones, nuestra mentalidad va algunos años por detrás de la de algunos países europeos.
Las políticas de los ayuntamientos resultan contradictorias en este tema de los subterráneos: por un lado promueven campañas publicitarias (con dinero público) para tratar de incentivar el uso del transporte colectivo; pero por otro construyen magníficos aparcamientos (también con dinero público) para uso particular. Quizás no debamos ser excesivamente duros en la crítica (la política tiene estas cosas), pero al menos podrían reservar una o dos plazas de esos magníficos aparcamientos para poder aparcar un buen montón de bicicletas. Al menos así demostrarían que su preocupación es la mejor movilidad de los ciudadanos, no sólo la comodidad de los que tienen coche o el afán puramente recaudatorio. Me consta que la Asociación Ruedas Redondas lleva tiempo reclamando que instalen unos aparcabicis en estos aparcamientos de titularidad municipal y que no lo han conseguido (todavía).
Hay que decir las verdades, aunque duelan. No se puede fomentar la movilidad sostenible sin disuadir el abuso del coche. Los aparcamientos subterráneos es la hipoteca de la movilidad. Málaga, desgraciadamente, tuvo un gran Plan de Movilidad que actualmente lo tiene guardado en el cajón.
Desde Melilla ConBici lo tenemos claro, no queremos medidas de fomento de la movilidad sostenible sin una disuasión del abuso del coche. No estamos para despilfarrar el dinero.
Gracias por comentar.
Cada bicicleta púbica cuesta al rededor de 2.500 y los 3.000 euros por bicicleta y año: http://ecomovilidad.net/madrid/bicicleta-publica-madrid-contrato-800-millones-euros/