Miles de europeos son víctimas de una adicción. Una adicción que tiene consecuencias que no sólo afectan a su salud, sino también a sus bolsillos. Una adicción que desafía la razón y parece ser muy difícil de vencer.
No pueden vivir sin el coche, aunque sea en viajes cortísimos. No es necesario renunciar totalmente al coche, sino perder la costumbre de usarlo de forma autónoma.
Con una buena combinación de coche, transporte público, bicicleta y paseos a pie, enseguida notaremos las ventajas.
Por ejemplo, si se camina media hora al día, se aumenta la esperanza de vida entre dos y nueve años, se fortalecen 200 músculos y se queman tres kilos de grasa al año. Es bueno para el corazón y para los pulmones, además de mejorar el aspecto físico.
Con una buena combinación se ahorra un depósito de combustible al mes, que no es poco. Podría gastarse lo que ahorre en algo más agradable.
Con una buena combinación también ahorran las ciudades. Se calcula que por cada kilómetro que recorremos en coche las ciudades debe gastar casi un euro. Es un dinero que la ciudad podría invertir en proyectos para la comunidad.
Con una buena combinación las ciudades serán lugares más agradables, con menos atascos, menos contaminación y menos emisiones de efecto invernadero.
Por ejemplo, un trayecto en autobús ocupa 20 veces menos espacio urbano que el mismo trayecto en coche.
Si se recorren tres kilómetros a pie o en bicicleta en lugar de ir en coche, se reducen las emisiones de CO2 en un kilo por persona.
¿Necesitas más motivos para desengancharse? Se sentirá mejor. Y el planeta también.
Elijamos una buena combinación.
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On Thu, Mar 20, 2014 at 7:53 PM, Melilla ConBici