Podemos entender cuatro opciones con la movilidad:
- Hacer más infraestructuras para el abuso del coche. Aumenta el problema, despilfarra el dinero público y retrasa una solución que se hace cada vez más difícil.
- Realizar intervenciones parciales, mal planificadas y asesoradas o sin participación. Desgastan políticamente, cabrean a la población, no consiguen los objetivos…
- No hacer nada. El abuso del coche dificultará el tráfico e invitará a los ciudadanos a buscar alternativas al abuso del coche. Es la medida más económica.
- Planificar asesorada y participativamente el cambio hacia la disuasión del abuso del coche para poder fomentar la movilidad sostenible. Requiere de técnicos muy bien formados, voluntad política y un verdadero modelo de participación ciudadana.
¿En qué opción crees que estamos en Melilla?