Por culpa del abuso de los juguetes de los adultos, los coches, y la sobreprotección ejercida, los niños han perdido la calle.
Una ciudad donde los niños no juegan en la calle es una ciudad enferma. Melilla está enferma.
Por culpa del abuso de los juguetes de los adultos, los coches, y la sobreprotección ejercida, los niños han perdido la calle.
Una ciudad donde los niños no juegan en la calle es una ciudad enferma. Melilla está enferma.