Melilla ConBici se une a la Plataforma «Salvemos el Río de Oro» con la finalidad de renaturalizar el río de Oro y todos sus afluentes, oponiéndonos a la obra prevista por la Ciudad Autónoma de cubrir la parte final del río, cuyo coste es de 7 millones de euros. Como argumentos iniciales contemplamos los siguientes:
- El proyecto aludido consta de tres partes: eliminación de estancamiento de aguas que resuelve el problema sanitario, ensanchamiento y subida de paredes que dará mayor rendimiento hidráulico y cubrimiento del cauce que solo tiene un argumento estético (evidentemente de dudoso gusto). Nuestra oposición es precisamente a esta última parte.
- El espacio que se crearía en la parte superior no es zona verde, ya que son planchas de hormigón y no admite árboles. En una ciudad con cada vez menos espacios naturales es muy importante proteger y restaurar lo poco que nos queda, los cauces fluviales son un lugar especialmente sensible pero altamente recuperable y en el caso de nuestros cauces altamente utilizables para ciertos usos, por ejemplo desplazamientos activos como andar e ir en bicicleta.
- El proyecto no servirá para crear puestos de trabajo. Una vez hecho no tendrá actividad económica. En su fase de obra, tampoco creará puestos de trabajo. Para realizar esta obra, se contratarán empresas y empleados de fuera de Melilla. No nos servirá para aligerar nuestras listas del paro. El dinero lo pondríamos los melillenses pero los beneficios económicos de la inversión se irán fuera. La renaturalización del río se podría hacer con trabajadores melillenses a un coste de una décima parte. El resto del presupuesto puede invertirse en otros temas muy necesarios para la ciudad.
- Un techo sobre el río se sujetará por medio de pilares y supone un riesgo en caso de crecida, no se controla el 90% de la cuenca hidrográfica, que está en Marruecos, la gran cantidad de vegetación invasora, residuos, chatarra y áridos que se acumulan en los cauces podrían taponar las luces entre los pilares, provocando una desgracia.
- El cubrimiento creará un problema de seguridad, al ocultar de la vista y de la vigilancia miles de metros cuadrados en pleno centro de la ciudad.