A los abuelos, a los discapacitados, a los pobres, a los niños, a los padres, a los educadores, a los ecologistas, a los racionales… Recuerda que cada vez que te montas en un coche eres cómplice de tu propio enemigo.
A los abuelos, a los discapacitados, a los pobres, a los niños, a los padres, a los educadores, a los ecologistas, a los racionales… Recuerda que cada vez que te montas en un coche eres cómplice de tu propio enemigo.