Hoy me he fijado que varias personas utilizaban la bicicleta como transporte, llevando una caja con herramientas, otro una radial…, pero me ha sorprendido ver a una persona con una plegable (una de carretera o de montaña estoy más acostumbrado) y un carrito de la compra atado al transportín. He empezado a adivinar algo más de esta persona al ver que llevaba bombonas de butano. Lo he tenido que parar para pedirle permiso para la foto y preguntarle algunas cosas.
Era un alemán que vive en un barco y suele estar en invierno en Melilla. Dice que es muy raro que en esta ciudad haya tantos coches 4×4 para recorrer distancias de menos de 3 kilómetros, o para dar vueltas (yo le he dicho que aquí son «rules»), con el buen clima, playa, etc., que tiene Melilla. Dice que somos un poco raros.
Siempre que voy en bicicleta me miran como algo raro, anecdótico, singular… Esta vez me he sentido todo lo contrario.
Hay que evitar ser como los políticos, que en vez de hablar de su proyecto rajan del del al lado.
Y me explico, el que tu quieras un carril bici, no quiere decir que el que pasee en coche sea «tonto» o «raro», en este mundo cabemos todos…
Céntrate más en lo importante que es ir en bici, no en lo que hagan los que no van en ese medio de transporte…
Hay que ser más tolerante para que lo sean contigo…
Llevas dos mensajes monograficos…
Saludos y que pronto esté el carril en marcha.
Tienes razón en que habría que buscar el modo de convivir todos y disculpa si se ha ofendido desde el blog.
El problema actual es que el espacio público está MONOPOLIZADO a nivel nacional (Melilla no es una excepción) por el automóvil en un 75%. Resulta inseguro, poco saludable, nada sostenible, caro… que la ciudad esté plagada de coches.
El modelo por el que apostamos es por peatones y sus zonas peatonales, transporte público y sus zonas prioritarias, y la bicicleta. Estos tres son compatibles y cumplen los requisitos de una movilidad sostenible (ligada a otras ventajas).
Un saludo.