En diferentes ciudades de España, por ejemplo, Sevilla (Sevici) y Barcelona (Bicing), es tal la apuesta de la administración local para la promoción y fomento del uso de la bicicleta, que no solo se conforman con la creación de carriles bicis, si no que también dan la oportunidad de alquilar una bicicleta pública.
Seguramente la mayor apuesta sea un transporte sostenible como tranvías, autobuses, etc., que consuman un combustible respetable con el medio ambiente y reduzca los niveles de contaminación acústica y atmosférica, además de hacer el transporte más accesible para la población.
La bicicleta es una opción voluntaria y beneficiosa no solo para las personas que la practican, si no también para el entorno y los seres vivos que les rodea. Sin querer poner excusas, la administración tiene la obligación de facilitarlo.
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